El asesoramiento financiero solo es auténtico cuando está libre de conflictos de interés. En un entorno donde muchas entidades priorizan sus propios productos, es fundamental ofrecer una visión independiente y objetiva. Por eso trabajo con un modelo de arquitectura abierta, lo que me permite acceder a una amplia gama de soluciones de inversión sin ataduras comerciales.

Colaboro con las principales gestoras internacionales, como JP Morgan, Fidelity, Amundi o BNP Paribas, entre muchas otras, seleccionando únicamente aquellos fondos que realmente se adaptan a los objetivos, perfil de riesgo y horizonte temporal de cada cliente. De este modo, cada recomendación responde exclusivamente al interés del inversor, y no al de una entidad concreta.